MANEJO DEL ESTRÉS

Mujer en su sala manejando el estrés del día
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Una de las mejores contribuciones del mundo de hoy es saber que las emociones hacen parte del diario vivir sin ser catalogadas como buenas o malas, tan solo son; estas pueden ser perjudiciales si se perpetúan algunos sentimientos, es decir, si no se saben manejar, y usualmente esa es una de las causas de que el cuerpo reaccione con estrés.

El manejo del estrés se ha convertido en un desafío en un mundo donde hay múltiples canales de dónde pueden provenir las razones de este sentimiento. Sin considerarlo como algo malo, cuando no se controla puede causar problemas en la salud.

El estrés se puede manifestar de manera aguda, considerada como “normal” o crónica, también llamada patológica, si es la primera, usualmente es a corto plazo, desapareciendo rápidamente, si es la segunda, suelen ser sentimientos prolongados, acompañados por inconvenientes de salud, ya que el cuerpo se mantiene alerta en situaciones en las que no hay peligro, tensionando los músculos o alterando la presión sanguínea. Algunos signos que pueden indicar que se tiene estrés crónico, pueden ser:

  • Alteraciones en el sistema digestivo, con manifestaciones de diarrea o estreñimiento.
  • Olvidos recurrentes.
  • Dolores frecuentes en diferentes partes del cuerpo, incluido el dolor de cabeza.
  • Falta de energía y/o concentración.
  • Rigidez en músculos, especialmente los del cuello o la mandíbula.
  • Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
  • Pérdida o aumento de peso.

 

Hay otros tipos de estrés derivados de situaciones más específicas:

Estrés post-traumático: se presenta luego de vivir algún suceso aterrador, como un accidente de tránsito, pérdida o desastre natural.Lo que genera pensamientos negativos, relacionados con el trauma.

Estrés laboral: producido cuando las exigencias en el ámbito laboral superan las capacidades.

Cómo manejar el estrés

Aunque el estrés no se puede evitar, ya que en el día a día se presentan diferentes situaciones que están fuera del control de cada uno, si es posible controlarlo. Y para esto algunos consejos son:

1. Priorizar actividades: teniendo presente que se puede hacer y que no, estar abrumado.

2. Mantener buenas relaciones: los amigos, la familia, los compañeros hacen parte del grupo social que puede proporcionar apoyo emocional, especialmente en caso de necesitar ayuda.

3. Hacer actividades que se disfruten: el sentirse útil o tranquilo, hace que se actúe en el presente.

4. Ejercitar los pensamientos: enfocarse en lo que se ha logrado, y no en lo que falta por hacer, contribuye a eliminar pensamientos negativos.

5. Hacer actividad física: funciona para mantener un buen estado físico y mental. El ejercicio en casa es un gran aliado cuando no se cuenta con el suficiente tiempo para hacer prácticas en exteriores.

6. Alimentarse de manera saludable, incorporando infusiones que propicien estados de tranquilidad, como: el té verde que contiene antioxidantes o la valeriana, que tiene efecto tranquilizante.

7. Respirar: aunque se da por hecho, por ser un acto mecánico, hacerlo con conciencia genera sensaciones de tranquilidad. Hay diferentes ejercicios para diversos momentos.

Estas actividades se pueden hacer dentro y fuera de casa, aún así acondicionar los espacios de la vivienda o donde se pase mayor tiempo también contribuyen a un buen manejo del estrés:

  • Aromatizar

    La aromaterapia se lleva a cabo con el uso de aceites esenciales o velas aromáticas contribuyen a la reducción del estrés, algunos de los aromas que propician la calma son:
    Lavanda
    Rosas
    Flores de naranja o de azahar
    Incienso
    Sándalo

  • Ambientar con música

    Música instrumental o alusiva a los sonidos de la naturaleza hacen que el cuerpo se relaje, reduciendo la presión arterial y el ritmo cardíaco. Algunos géneros musicales que también contribuyen a estados de relajación son, la música clásica, celta, nativo americana o india. Al igual que escuchar música que transmita alegría.

  • Contar con orden y armonía en los espacios

    Un espacio organizado ayuda a que la mente se enfoque, y sea más fácil para ella organizar sus ideas. También los espacios con elementos de la naturaleza ayudan a dar calma, como las plantas y diseños biofílicos.

  • Practicar estado de conciencia plena

    Hay una técnica conocida como mindfulness que ayuda a la mente a estar en el momento presente, para combatir efectos de pensamientos negativos que suelen inducir a la ansiedad. Tener la mente en el momento presente incrementa la autoestima, reduciendo y previniendo síntomas de ansiedad y depresión. Es trabajar de manera consciente el estrés, dolor, enfermedad, pérdida o desafíos.

 

Cómo practicar mindfulness

Inicialmente se hace a través de la práctica regular de la meditación con propósito, ya que además de contribuir a calmar la mente, tendrá un efecto transformador o beneficioso alargo plazo en la mente, si se hace para cumplir con un objetivo. Algunos pasos para tener esta práctica de manera adecuada, son:

1. Enfocar la atención en la respiración
Al observar la respiración, se dirige la atención a los movimientos del abdomen, del tórax, y así por todo el tracto respiratorio.

2. Mantener la atención en la respiración
Así se observan los cambios que va presentando el cuerpo, entre ellos, la calma.

3. Controlar las distracciones y volver a atender
Es normal que se crucen otros pensamientos que hagan perder el foco de la respiración, lo importante es volver a ella, de manera natural y sin críticas.

Tomar la decisión de tener una mejor calidad de vida, va en cada una de las personas, hay prácticas o espacios que conducen caminos para que así sea, vivir en espacios bien ubicados y con correctas distribuciones facilita aún más este estilo de vida.

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